El Sueño Que Cambió Mi Vida. Capítulo Siete. “Sueños y encuentros”.

El Sueño Que Cambió Mi Vida. Capítulo Siete. “Sueños y encuentros”.

Rubén estaba seguro que podía ser “normal” y que de esa manera podría sin insistir ser algo más que amigo de Natalia. Exacto!, este tipo no se daba por vencido, a pesar de su autoestima todavía le quedaba algo de seguridad.

El día de estudiar había llegado, estaba tan entusiasmado, y con muchos nervios, no eran nervios de los n...uevos compañeros, eran nervios de que mi sueño se cumpliera.
Llegue al aula me senté en el tercer banco de la tercera fila mirando fijamente el pintaron y la puerta, en eso recibo una era Víctor y Auri, recuerden que ellos ya son novios.- Mucha suerte José, esperamos que se cumpla tu sueño de encontrar a esa chica.- ¿Qué?, ¿Encontrar la chica?. Ok no se equivocan, la verdad tengo miedo, siento que tome la decisión demasiado rápida y las cosas no deben ser así, Dios…
El profesor llego, saco las cosas tal como lo soñé, era la clase de mercadotecnia. Media hora había pasado y ella no llegaba, la clase principal dura tres horas, ya sabrán, tres horas aplastado en un asiento, y la chava no se dignaba a aparecer!... No mentiré, si puse atención a las clases ya que obviamente no iba a desperdiciar mi dinero y mi tiempo, pues es la carrera que yo escogí.

Por otro lado en la misma escuela en un edificio conectado al de José se encontraba: Natalia, Mariana, Jaime y Rubén en el mismo salón. Espero que estos dos últimos sepan lo que están estudiando.

Natalia sentía una especie de presentimiento, pero no se ponía a pensar que en algún momento ella encontraría aquel joven que cambiaría su vida por completo, del mismo modo José iba a toparse con el amor de su vida, y lo digo sin exagerar.

El receso inicio y pues, estaba solo repasando lo que me enseñaron, al ver mis actividades diarias, tenía que saber organizarme, me angustiaba por un lado el ver que aquella chava no llegaba, y que si se supone que yo no creo en el amor, ¿Por qué vine hasta aquí con la esperanza de encontrar a alguien?, mi negatividad iba a comenzar a echarse como si nada.

Mariana, tengo una sensación muy rara, es como nervios o… hay no sé cómo explicártelo.- Debe ser porque es otra institución.-Lo dudo, estás conmigo y pues estos dos tortolos también-¿Nos hablaban?. Preguntaban Rubén y Jaime.-¡No!. Conteste.

En casa de Natalia su padre Yair preparo algo ocurrente pero disfrazado de una cita romántica para Gloria y él.

¡Gloria abre la puerta!. En eso abre ella la puerta y el la jala hasta el comedor, y todo está lleno de pétalos, globos rojos, velas, y música clásica. ¿Qué es esto?. Preguntaba Gloria. Solo toma asiento y no digas nada. Contestó Yair. Al decir verdad se portó tan bien, inclusive la comida la hizo él. Pero vamos directamente al punto. Gloria, después de 20 años, 3 semanas y una hija, ¿Aceptarías ser mi novia?.- ¿Perdón?. Jaja. Preguntaba Gloria con una risa sincera.-Si, ¿Qué si aceptarías ser mi novia?. Donde cada día nos amemos más y cada vez más, donde a diario pueda ser nuestro aniversario, Gloria yo no sé qué sería de mi vida sin ti.-Yair, a pesar de que estaba enfadada, no era tan necesario todo esto, si, acepto ser tu novia.

En ese momento, decidí echar un recorrido por toda la institución para ver si así la puedo encontrar, no es tan difícil, pues su rostro está grabado en mi memoria. Recorrí cada edificio, son tres exactamente, y todos los pasillos de los tres y no la encontré, no me voy a deprimir ni nada, porque se supone que yo vine a estudiar y a emprender, no a conseguir pareja, debí haber parecido un tonto persiguiendo un tonto sueño de amor, tal vez doy pena. Agg.

Ya en mi casa mi madre estaba muy emocionada, me pregunto.-Hijo, ¿Cómo te fue en tu primer día?. Lo decía con tal entusiasmo como si fuera el primer día de primaría, simplemente me dio mucha ternura.- Bien madre, muy bien gracias. Contesté con una sonrisa.

Mientras en casa de Natalia, ella se encontraba durmiendo y tuvo un sueño al mismo tiempo que José. Era una iglesia, estaban ellos dos parados ante un altar y el sacerdote rezo: Natalia Gómez Hernández ¿Aceptas por esposo a José Peña Martínez amarlo, respetarlo y estar con él en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?. ¡¿Qué?!. Ambos despertaron espantados, ella miró el rostro de José y José escuchó el nombre de esa chica en sus sueños y se espantó tras soñar aquella escena. ¡Hay no!, por Dios, ¿De qué se trata esto?.

Al otro día mi amigo me acompañó a la universidad ya que hoy tuvo módulo libre la primera clase, yo mientras le comentaba sobre este segundo sueño.- Es irónico José, digo, soñar que te casabas, hasta a mí que me encanta Auri ni siquiera he pensado en matrimoniarme como dice la prole.- Es muy raro Víctor, además ayer di todo un recorrido y no la encontré.- ¿Por qué mejor no esperas a que ella llegué a ti, en vez de tú buscarla?.-Tienes razón, simplemente no forzare nada, y esperaré, total, si no gustan estas cosas, no sé porque le ando haciendo al tonto.

En la dirección de la rectora y aunque parezca raro, porque es universidad y no preescolar, estaban: Natalia, Mariana, Rubén y Jaime. La directora les estaba llamando la atención, solamente.

Directora: Es que no lo puedo creer jóvenes, digo, son cuatro y a ninguno se les predio el cerebro, ¿Cómo es que pasaron todo un día en una aula equivocada?. ¿Saben que un día les puede perjudicar?.- No es tan para tanto rectora. Decía Rubén.- ¿Cómo de que no?. Claro que es para tanto, con un día que faltes a tus clases correspondientes tienes conocimientos menos, ¿A ver, si faltas un día al trabajo te descuentan el día no?.- No pues sí. Decía Jaime.- ¿Entonces?, Muchachos pongan más atención, no se trata de culpar a uno solo, sino de que si son conocidos, se deben de apoyar más, esta vez no habrá represarías, pasen a su salón indicado por favor.

Mariana: Eso indica porque no estábamos en ninguna lista. Pero ya vamos corriendo porque vamos 20 minutos tarde!!
En eso en el aula 29. “Comunicación”.

Esta vez me senté en el banco cuatro de la tercera fila, en eso para mi sorpresa, tocan la puerta, y… Sale ella. ¡Verdaderamente es ella!, ¡Es ella!.

-Disculpe profesor, ¿Podemos entrar?. Decía Natalia. -¿ Y ustedes son?.- Jaime, Rubén, Mariana y Natalia.

¿Qué?, ¿Es en serio?, su, su, su nombre es Natalia. Decía en mi pensamiento con algo de temor.

-Tomen asiento, pero al finalizar la clase los quiero a ustedes cuatro en el aula.- Gracias!!.

Esos ojos castaños, ese cabello liso, su cara, su nombre!!. Para mi sorpresa ella se detiene en la fila y se me queda mirando.

Natalia en su pensamiento: Este chico, tiene algo, no sé, es como si ya lo hubiera visto antes.- Señorita tome asiento por favor y continuemos con la clase. Decía el profesor.

-Dios, ¿Qué hago?, ¿Cómo actúo?.
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