El Sueño Que Cambió Mi Vida. Capítulo Dos.

Capítulo 2- Interrogantes y sensaciones.


Ella renunció apenas llego la catorcena, me sentí tan mal…Sin embargo ahora eso solo queda en el pasado, mas no en el olvido, porque aun lo sigo recordando. Una vez librando mi mamá aquella enfermedad decidí cambiar de trabajo. De hecho fui a un restaurante a pedir trabajo de mesero o camarero como le digan ustedes.
Fue algo rápido o fue porque ocupan personal, me dieron un turno accesible a mis necesidades, además me daría tiempo de estudiar en las mañanas y trabajar en las tardes. Claro cuando ingresara a la universidad.
Estaba tan emocionado porque pensé que me demoraría más en encontrar un trabajo. En ese momento les hable a mi madre y amigos para contarles esta gran noticia. Mis amigos me felicitaron pues me dijeron: Es un trabajo como todos honrado, y lo bueno es que te sientes bien tú mismo. Algo que notaba mucho era, que muchas parejas cenaban juntos, debes en cuando me tocaba atender a ese tipo de personas. Digo, se miraban tan cursis, pero al mismo tiempo tan sinceros con sus sentimientos. Era como si mirará un buen de escenas de novela cada día. Inclusive llegue a pensar: Sería bonito tener a alguien a tu lado. Que en todos los momentos este contigo.
En eso sacudí mi cabeza y recordé lo vivido. Me dije al mismo tiempo: No necesite alguien durante las pruebas pasadas, solo mis amigos, la fuerza, fe y esperanza para salir adelante tras esas adversidades. Además, por algo los tengo a ellos. Era solo un intento de distraerme de ese comentario. Los días iban pasando y me adapte demasiado rápido, en sí no tenía la gran ciencia. Había niños que entraban en el restaurant con cajas de gomas de mascar, paletas y otros dulces. El mirarlos me causaba nostalgia, o tristeza. Digo, tan pequeños y ya están batallando en la vida, o si es que alguien los pone hacer esos actos ¿Qué pensará?, ¿Qué tendrá en la cabeza?. Son niños, ellos no deberían de hacer eso, si al caso, solo deberían estudiar y vivir su niñez, no destruirla con esas acciones. Es más, ¿Dónde están los papás?. Si los papás hacen eso ¿Por qué lo hacen?. Eran tantas interrogantes en un momento tan corto, eran tantas personas mirando y nadie les compraba, no los juzgo tienen sus razones, mismas que no puedo adivinar. Hoy salí de mi trabajo y miré un niño llorar, me acerque y le pregunte: Hola pequeño, ¿Por qué lloras?- El me respondió- Es que casi no vendí nada y me van a regañar- ¿Regañar?, ¿Quiénes?- Justamente cuando el niño me iba a decir, alguien llega y grita: ¡Oye mocoso!, ¿No te he dicho que no hables con extraños?- El niño se fue corriendo hacia esa persona llorando, y no se dio cuenta que tiro los chicles. Yo le grite- Niño tus chicles- Solo escuchaba sus llantos en forma de eco. Es algo injusto para mi ver esas escenas. No me quedo de otra que irme con esa angustia a mi casa, ya en casa todo era distinto, el trabajo era el trabajo y en casa solo era en casa. Cenamos yo y mi madre, vimos la tv un rato, le conté como estuvo mi día y así. Ya un momento antes de dormir, sentí la necesidad de ver hacia el cielo, era, algo tan…tan lindo, mire las estrellas brillar y una que resaltaba más que las otras.
La mire fijamente y sentí una especie de escalofrío, pero no era de miedo, era distinto. Decidí subir al techo de mi casa y mirar con más atención ese regalo que no siempre podemos observar. Recordé aquel niño, a mi padre, a mi madre, a mis amigos y me dije: Después de todo siempre hubo una sonrisa, cada etapa fue difícil y creo que no te he dado las gracias, tal vez sí, pero no de corazón. No sé cómo es tu rostro pero de todo corazón te digo: Muchas gracias Señor. Aunque no me lo crean, aquella estrella que más brillaba parecía que deslumbro más en ese momento. Podrán pensar que estoy loco, pero yo no lo veo así. Mi primera semana acababa el día de hoy, aprovechando mi primer sueldo en este trabajo decidí invitarle de comer al niño cuando este llegase, pensé que no iría hoy, sin embargo si vino y así fue. Le invite a comer, sentía tanta ternura y angustia a la vez y comencé a platicar con el: ¿Y cómo te llamas?- Arturo- Me dijo, a lo que le comenté- ¡Wow!, que padre, así como el rey Arturo- El solo sonrió- y dime ¿Por qué vienes a vender chicles?, ¿Te manda alguien?- El comenzó a sentir un temor. Lo supe por su cambio de rostro y comenzó a temblar- Si no quieres contestar no hay problema, solo tenía dudas, continua comiendo. Sonreí. De verdad me interesaba saber el ¿Por qué?. Salí del trabajo y en eso recibo una llamada, era Aurí, me esperaba en su casa, al parecer me iba hablar de unos problemas que tenía.
Fue terminada por un chico, este era su quinto noviazgo desde que la conozco, de hecho este chavo también era el amor de su vida (como los cuatro pasados). En eso hace el comentario de: ¿Qué voy hacer?, ¡Lo amo tanto!, me voy a morir sin él!!!. Y más patético aun, estaba llorando. Dios mío. ¿Es enserio?. Me abrazo, la abrace y con todo el respeto que se merece por ser mi amiga le dije- ¡Por Dios Auri! No seas ridícula, ¿Cómo que te vas a morir?, eso dijiste de los cuatro chavos y sigues viva!. En eso su rostro cambio a seria, se secó las lágrimas y me dijo- Es porque tú no te has enamorado.- Yo sé que no, pero por cosas como estás menos lo haría…Pero bueno, vamos al grano, te entiendo que llores, en verdad, es para que te desahogues, pero no hagas esos comentarios, digo, tan solo escúchate. –Verás todo comenzó ayer cuando recibo una llamada de ese chico, que ayer fue mi novio y hoy un total desconocido, me dijo claramente: No quiero seguir contigo. Así, de golpe y sin pensarlo.- ¿Qué dices?- le pregunte, y me lo volvió a recalcar-No quiero seguir contigo, verás…- y eso fue lo que ocurrió. ¿No te dio detalles?-Le pregunte a Auri- No, no me dijo más- Auri, las cosas no pasan por nomas, siempre hay un porque.
No le pude sacar más información, fuimos a caminar al parque un rato para distraerla, llegaba la hora de irme, esta vez decidí caminar hasta llegar a casa en eso… mientras caminaba por la parada del microbús, mi mirada se perdió en una chica tan linda, mi reacción fue de: ¡Oh por Dios!, ¿Qué está pasando? (así todo dramático). Me dije a mi mismo de una manera tan sorprendente.
En eso ella me mira fijamente a mis ojos y yo a los de ella, realmente son hermosos, ese color semi castaño de su mirada. Su mirada me hipnotizó tanto, que no recordaba en ese instante que ella iba con una amiga, ella llevaba unos libros en el brazo. Mi corazón aceleró su ritmo cardiaco, sentí una sensación rara en el estómago, seguimos nuestros caminos pero no podíamos quitarnos la mirada de encima, en eso llega un tipo y por accidente le tira sus libros, me acerco y le ayudo a levantarlos, en eso ella me sonríe y yo sentía aún más una sensación distinta, que no conocía, le respondí la sonrisa. Ella se levanta, me levanto y ambos por cada lado nos vamos. Era ridículo pensar que lo que ocurrió es como lo pintan en las historias de Hollywood. Mientras tomaba el autobús, me cuestionaba a mí mismo- ¿Cuál será su nombre?, ¿Algún día la volveré a ver?, ¿Por qué no fui más allá de ese tropiezo?, tal vez era el amor de mi vida. En eso regreso a la realidad y me doy cuenta que yo no iba a tomar ningún microbús!!. Y de repente se escucha mi grito: Bajaaan!!. No quise mencionarle nada de esto a Auri, no quería caer en contradicciones.
¿Lo conoces?- Me preguntaba Mariana- No, la verdad es la primera vez que lo miro.- ¿Entonces por qué esa sonrisa?- ¿No podía sonreír?- Si, pero, se miró muy romántico, o acaso, ¿No viste como se perdió su mirada en la tuya?- Decía en mi mente: La mía también se perdió en la de él…

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