Ir al contenido principal
El Sueño Que Cambió Mi Vida. Capítulo 1.
Comenzaré presentándome... Mi nombre es José, tengo 18 años y vivo con mi madre.
Ella se llama Susana, y soy de Reynosa, Tamps. Yo crecí en una familia llena de amor, de hecho recuerdo que de niño mis padres jugaban conmigo, reíamos, cantábamos, era algo tan bello. Mi Padre me contaba que: " El amor era lo más hermoso que podría existir en la vida". Me dijo que aquel que nos creó, utilizo el amor y con la finalidad de que nos amaramos los unos con los nosotros. Me decía que aun que yo no entendiera, algún día conocería al amor de mi vida, así como él con mi Madre, y que cuando lo encontrara nunca lo soltará que luchara por el. Me decía.- eres muy niño, pero debes entender, que cuando alguien realmente está enamorado, puede llegar hacer tonterías, pero la mejor tontería que puede hacer es estar al lado de la persona que escogió para toda la vida. Que en la buenas y malas, en la salud y en la enfermedad siempre va estar ahí, contigo. En ese tiempo tenía apenas 5 años.
Los años comenzaban a pasar, y yo crecía con esa imagen. Un día veo que mis padres discuten, la discusión no era como las “normales”, por así decirlo, esas que no están de acuerdo en algo pero que ambos llegan aún acuerdo. Esta vez fue a gritos, mi mamá decía el nombre de una persona, Grisel, aún recuerdo ese nombre, pero no tenía en mi mente su cara, al parecer, yo no la conocía.
Durante ese tiempo no asistía a clases, les comento que este evento ocurrió cuando yo tenía la edad de 13 años. Jamás pensé que este problema sería el que llevaría el más bonito regalo de la vida a un precipicio. Después de esto, ya nada era igual. No los volví a ver reír, ni hablarse con tanto cariño como antes, y yo…Yo solo estaba con mi mamá. Era triste sentir como ella derramaba sus lágrimas sobre mi cabeza. Yo me sentía como si fuera un niño tras esas escenas de melancolía.
Lloraba hasta la madrugada o hasta que de plano se quedaba dormida. Extrañaba esos momentos de felicidad. Una noche miré hacia el cielo, intentando buscar algo, una estrella, un ser superior que me explicara qué ocurriría en nuestras vidas.
Un día mí madre se desmaya, afortunadamente mi padre llegó a tiempo, ya inconsciente mi mamá, él la cargo, la subió al coche y la llevo al hospital. Yo solo mire al doctor comentarle unas cosas a mi papá, mi papá solo derramaba lágrimas y me miraba, se observaba tenso, algo furioso.
A mi mamá le detectaron cáncer…cáncer de mama.
Mi papá se queda en casa una temporada y al enterarse que a mi mamá le tenían que eliminar uno de sus senos, él como si nada se va de la casa, sentí coraje, porque, mi madre enferma y yo cursando la secundaria, tuve que vérmelas difícil. Comencé a vender cosas mías para cubrir gastos, afortunadamente era becario, pero era tan difícil estar un momento del día estudiando y al mismo tiempo trabajar (en lo que me podían contratar), y ayudar en lo que podía en casa. Parecería una cosa increíble pero no es así, mi madre hacia muchas cosas aun estando débil. Sin duda ella si es una mujer luchona, su enfermedad no la detenía. Cada 14 de febrero para mí era un día común y corriente, pero para ella era uno de los peores días del año. No salíamos, solo mirábamos la tv o seguíamos el día común y yo trataba de distraerla, pero era nula la acción.
¿Cómo iba yo a creer en el amor, cuando me sucede esta situación en casa?, Si realmente el amor existía como mi “Padre” me dijo alguna vez, ¿Por qué se fue?. Tiempo para noviecitas no tenía, tenía algo sin duda mejor que hacer. Y ¿Para qué?, ¿Para qué se repitiera la misma historia?, Era mejor estar así, solo… Y así continue mi vida hasta el paso del tiempo.
-En el otro lado de la ciudad, se encontraba una linda chica de ojos castaños, era considerada una matadita, la mejor de su clase y de la escuela.
Natalia es mi nombre, tengo 17, y curso mi último año en la preparatoria en el instituto “Fidel Carriedo”…
Me consideran y al mismo tiempo yo también en una persona muy aplicada, mis padres me enseñaron valores, y el interés por el estudio. De hecho dicen que es la mejor herencia que me pueden dar. Con mis padres siempre he tenido una buena relación jamás he mirado una discusión entre ellos, sin duda los considero el mejor ejemplo a seguir. Mi madre es ama de casa, eso quiere decir que trabaja igual o más que mi padre, el atender una casa y a su familia no se debe considerar cualquier cosa.
Mi madre se llama Gloria y mi padre se llama Yair. Mi papá trabaja como un tipo de embajador, bueno, en sí, el hace tratos con otras empresas para lanzar proyectos que ayuden a las necesidades de las personas. Por su trabajo a veces suele estar ausente en casa, pero después lo compensa con mucho amor hacia nosotras. Mi familia es de tres personas, no miento cuando digo que me gustaría tener un hermanito, sería fantástico. Tengo una mejor amiga llamada “Mariana”, ella se sabe toda mi vida, hasta lo más sincero de mi corazón. Jaime es un chico de mi clase, y no es por presumir pero se me ha declarado tantas veces que ya perdí la cuenta. La verdadera razón es que “Prefiero concentrarme en mis estudios”. No quiero truncar como algunos compañeros que he visto llegar y salir del aula, ya sea por un trabajo o porque a su corta edad, deciden juntarse con alguien cuya edad es la misma que ellos. No he buscado el primer amor por que siento que ese no se debe buscar, solo llega y nada más.
José narrando: Cuando piensas que tal vez todo está perdido, llegan a tú vida personas que se convierten como una especie de “ángeles”. Muchos les llaman “Amigos”. Yo les di este término porque aunque algún momento dude de muchas cosas, decidí ir por un camino bueno y no usar de pretexto estas experiencias para recaer en un vicio. Conocí lo que buscaba aquella noche por mi ventana, Dios. Llegan estos ángeles llamados: Víctor y Auri. Ambos desde la edad de los 15 estuvieron conmigo en mi más dura lucha contra el tiempo y lo que vivía, ellos me motivaban a seguir sin rendirme, claro Dios tuvo que ver aquí. Concluí mis estudios de preparatoria, moría por continuar estudiando, mi sueño “ser escritor”, para quitar la absurda idea de abandonar a tú mujer o a tu pareja cuando tenga una enfermedad de este calibre. El tratamiento de mi madre es de 5 años, este era el último y con Fe y Esperanza sabía que lo lograría, que lo lograríamos, mi mamá salió victoriosa. Vencimos al cáncer.
.- Yo sé que no te gusta hablar de estos temas- Me decía Víctor- Pero, no puedes decidir estar solo toda tú vida.- Tiene razón- Decía Auri.
.- Chicos, no tengo tiempo, no sé, es que prefiero estar así. Además ¿Para qué necesito una pareja si los tengo a ustedes y a mi mamá?.- José, recuerda que nosotros también crecemos y forjaremos en un futuro una familia…- Auri me dijo- ¿O es que quieres ser el tío solterón de nuestros hijos?. –Y ¿Por qué no?- Decía bromeando. –A claro, no voy a buscar al amor, si llega es porque Dios así lo quiso y sino, ni modo. Si algo he aprendido de lo que llevo de vida, es que lo difícil es lo mejor porque al final sentiré satisfacción por mi esfuerzo, lo fácil como llega así se va. –Tienes razón-Me decía Víctor.
Con el paso del tiempo mi vida iba acomodándose de una manera mucho mejor a la que vivíamos, mi madre vendía empanadas y yo seguía trabajando, comencé un ahorro para posteriormente continuar con mis estudios.
El tiempo seguía su rumbo y ¿Qué creen?... mis amigos andaban de relación en relación y me tocaba comerme sus llantos. Me refiero a cuando tienen una ruptura amorosa. Es realmente patético, lloran, gritan y hacen todo un show y siempre les digo.- "Pues ya paso", "No te vas a morir ¿O si?", "la vida sigue, no te claves tanto en esas cosas" (quien lo dice ¿Verdad?). Pero sobre todo nunca les doy el consejo de: “un clavo saca a otro clavo”, eso es mentira!. Digo, ¿A quién se le ocurrió semejante tontería?, ¿Por tú tonto despecho e inmadurez vas hacer sufrir a alguien más?. Así menos intentaría buscar a alguien.
-Por otro lado en el instituto Fidel Carriedo-
Jaime- Tons que Nati, ¿Cuándo le ponemos Jorge al niño? .– Disculpa?.- Digo, disculpa jaja, Natalia ya sabes que muero por ti, ¿Por qué no me dices algo?.- Jaime, disculpa pero mi respuesta ya la sabes, verás, escucha, no es que eres malo o feo, solo que…no sé, prefiero concentrarme en mis estudios. Si bajo mis notas no querrás imaginarte como se pondrían mis papás…-Siempre usas eso Natalia, pero quiero que sepas, que siempre te estaré esperando.
Natalia: Aquí abriré un paréntesis, Jaime aparte de ir en el mismo salón que yo, vive además en la misma calle, es decir, que aun saliendo de clases lo veo todo el día!!.
José: Digo no es que nadie se me allá declarado, de hecho, siempre he sabido que el hombre se le declara a la mujer, pero mi caso o al menos en este fue muy distinto. En el trabajo una compañera se me insinuaba, claro yo la trató con respeto, pero no quiere decir que me guste o algo así. De diferentes maneras le hacía saber que yo quería solo su amistad. Se siente horrible el recordar lo que les narraré.– Estábamos en el almuerzo afuera y en eso me dice: José. Me gustas- Si así de golpe me lo dijo- Me gustas mucho, eres tan…¿Cómo te lo explico?-Sin ser grosero pero sincero a la vez le dije.- Claudia, disculpa, de verdad, discúlpame. Pero yo no puedo tener una relación, no aún, mira tengo una gran responsabilidad y no te dedicaría el tiempo que necesitas además…-No me dejó terminar lo que le estaba diciendo cuando se suelta en lágrimas y yo al ver esa escena me sentí la persona más tonta y grosera del mundo. Recordé ver a mi mamá llorar y dije dentro de mí: ¿Qué acabas de hacer?, ¿Eres idiota?. No les miento, desde ese día ya nada fue igual, ella renunció apenas llego la catorcena. Me sentí tan mal…
Capítulo 1- Ella, Yo y Nuestras razones.
Comentarios
Publicar un comentario